En el ferrocarril, el bloqueo es el sistema o proceso que permite organizar la circulación de los trenes, de manera que no colisionen durante su marcha. Esto se consigue evitando que dos trenes coincidan simultáneamente en un mismo punto, ya sea por choque frontal, alcance del tren precedente, o en el ángulo de convergencia de dos vías.
Una línea férrea está siempre dividida en tramos, denominados cantones, cuya longitud y tipo dependerán, entre otros factores, del sistema de bloqueo existente en dicho tramo. En condiciones normales, en cada cantón, solo puede haber un tren circulando. Para evitar que dos o más trenes accedan al mismo cantón, se utilizan precisamente los sistemas de bloqueo.
La forma en la que se realiza el bloqueo depende de la tecnología disponible, desde simples acuerdos verbales para evitar que dos trenes accedan a la misma vía, hasta complejos sistemas informatizados que comprueban en todo momento la posición de los trenes.